Si yo fuera una científica...
Un día que Einstein estaba aburrido en casa y no sabía qué hacer, decidió ir a dar un paseo, empezó a andar, andar y andar y cuando se dio cuenta se encontraba en la Antártica, intentó llamar a alguien pero… ¡No había nadie, ni tampoco cobertura! Ni había comida, ni bebida. Sólo podía pescar algún pez. También tenía que tener cuidado con los animales salvajes: osos polares, focas, leones marinos, etc. Einstein se puso a pescar cuando de repente aterrizó un helicóptero. Einstein corrió a ver quién era, en el helicóptero vio a su hermano que había venido a buscarle. Su hermano y él se marcharon a la ciudad. Cuando llegaron se dio cuenta de que había dejado en la Antártica el sitio perfecto para estudiar un montón de cosas desconocidas para nosotros. Cuando regresó a su casa sólo pensaba en el próximo viaje que iba a realizar con el material necesario para investigar.
Trabajo realizado por María Rodríguez, alumna de 6º A del CP. Padre Manjón de Burgos.
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